Nació una aborrecencia quebradiza, con reflejos de frentes, gastados, y algo como un ombligo perfecto, pero vago y que tenía color de sangre aguada y por delante era una granada que derramaba también sangre mezclada con agua, que derramaba sangre cuyas líneas colgaban; y en esas líneas, círculos de senos trazados en la sangre del cerebro.
Pero el aire era como un vacío aspirante en el cual ese busto de mujer venía en el temblor general, en las sacudidas de ese mundo vítreo, que giraba en añicos de frentes, y sacudía su vegetación de columnas, sus nidadas de huevos, sus nudos en espiras, sus montañas mentales, sus frontones estupefactos. Y, en los frontones de las columnas, soles habían quedado aprisionados al azar, soles sostenidos por chorros de aire como si fueran huevos, y mi frente separaba esas columnas, y el aire en copos y los espejos de soles y las espiras nacientes, hacia la línea preciosa de los seno, y el hueco del ombligo, y el vientre que faltaba.
Antonin Artaud
5 comentarios:
Ana Torroja
Antonin Artaud
Alejandro Agag
El hombre libre es AMARAL
pero si AMARAL se viste de seda no sale por la radio.
A veces Eckhart Tolle tiene eyaculación precoz...
gracias por invocar. se agradece.
y recuerde: la materia NO existe
usilios,
magneto
Antonin Artaud...
Vale, ya no hay opción a duda! ;-)
Antosha Chejonte.
Antosha, ante la duda.. siempre el camino más corto.
Me alegra verle por aquí. Se me cuide.
Magneto.
Magneto, dónde estás que ya no nos escribes?
Antosha
Publicar un comentario